Ambos afectan a los linfocitos que son células del sistema inmune de dos tipos principales B y T, clínicamente es difícil diferenciarlos, si bien afectan los mismos órganos y sistemas del cuerpo, la mayor parte de las veces, la formas de diferenciar uno del otro es a través de estudios de patología de ganglios linfáticos y otros órganos afectados, donde la célula de Reed-Stermberg suele ser la pieza clave ya que es patognomónica del Hodgkin y rara vez se observa en el no Hodgkin.