Si la hipertensión arterial no se controla adecuadamente puede generar daños en la retina, lo cual conduce a pérdida de la visión, aumenta el riesgo cardiovascular y por ende el riesgo de presentar eventos cardíacos y cerebrales, daña la función renal la cual puede ser progresiva hasta quedar en diálisis. Por lo anteriormente expuesto es indispensable que controle adecuadamente la tensión, evite el consumo excesivo de sal, limite la ingesta de líquidos, realice actividad física periódicamente.