El acercamiento a un paciente con sospecha de enfermedad coronaria depende de la edad, los síntomas y la historia personal y familiar (si es o fue fumador, si es obeso o diabético, si en su familia hay antecedentes de enfermedad coronaria e infarto). De acuerdo a ese interrogatorio el médico podrá decidir empezar el estudio con una prueba de esfuerzo o con una ecocardiografía con Dobutamina. La primera es funcional: mientras el paciente camina en una banda se registra su electrocardiograma y los cambios que surgen con el aumento de la intensidad del ejercicio. El segundo examen es de imágenes: al paciente le aplican un medicamento llamado Dobutamina que simula los efectos del ejercicio en el cuerpo y revisan su corazón y los cambios que suceden con el mismo. Pueden aplicar o no radioisótopos que permiten evidenciar mejor el flujo sanguíneo. Ambas pruebas tienen una alta sensibilidad y confiabilidad y la elección de una u otra depende del abordaje que le dé el médico.