Todo depende de la intensidad y de las características del soplo que encontró su pediatra. Es decir al escuchar el corazón, se identifican varios sonidos que corresponden al cierre de las válvulas cardíacas. Cuando se escucha un soplo es porque también se está escuchando el flujo de sangre, este puede alterarse por la posición del niño, fiebre y el ritmo cardíaco acelerado. Estos se conocen como soplos funcionales, no se relacionan con enfermedad cardíaca y suelen desaparecer espontáneamente. Ahora si la intensidad del soplo es mayor (se clasifican en Grados del 1 al 6), si está relacionado con otros síntomas como dificultad para respirar, retraso del crecimiento o coloración azul en labios y extremidades, se requiere ampliar el estudio por medio de otros exámenes y evaluación por el cardiólogo para descartar una cardiopatía congénita.