Estas son algunas medidas que puede adoptar para disminuir o aliviar este síntoma sin afectar al bebé:
- Acostarse de lado: El útero en crecimiento puede retrasar el paso de sangre de las piernas hacia el corazón. Este paso de sangre se realiza sobre todo por la vena cava inferior que está situada justo entre el útero y la columna vertebral. Por lo tanto acostarse sobre la espalda comprime esta vena y enlentece más la circulación de sangre favoreciendo la aparición de mareos. Por esto, se recomienda acostarse siempre de lado (preferentemente sobre el lado izquierdo) durante el embarazo.
- Evitar estar mucho rato de pie: Si permanece mucho rato de pie, la sangre se acumula en los pies y las piernas empeorando el retorno venoso. Se aconseja mover los pies y las piernas mientras se está de pie para favorecer la circulación. Usar medias compresivas también ayuda a favorecer el retorno venoso.
- Evitar cambios de posición bruscos: Es habitual que con los cambios de posición bruscos el sistema cardiovascular no pueda adaptarse suficientemente rápido. Por lo tanto, cuando se está sentada o acostada, levantarse despacio y de forma progresiva.
- Evitar sitios dónde haga excesiva calor.
- Hacer ejercicio de forma moderada.
- Ingerir comida y líquidos de forma frecuente.
- Tener una alimentación rica en hierro. La anemia (menor cantidad de glóbulos rojos para transportar oxígeno a los órganos) es habitual en muchas embarazadas favoreciendo la aparición de mareos y desmayos. Para prevenirla se recomienda una alimentación rica en hierro.
Cuando se nota el mareo, lo mejor es sentarse o estirarse para evitar caerse. Lo ideal es acostarse sobre el lado izquierdo, así se consigue aumentar el flujo de sangre hacia el corazón y reducir la sensación de mareo.
Si esta sintomatología se acompaña de dolor de cabeza, dificultad para respirar o hemorragia puede ser una condición que ponga en riesgo su vida y la de su hijo por lo cual es recomendable en tal caso de asistir inmediatamente al servicio de urgencias.