Se derivan varios problemas, el primero y principal es el riesgo de rabia. No es muy frecuente, mucho menos en animales domésticos que salvajes, pero como la rabia tiene casi siempre desenlaces fatales es mejor excederse en las precauciones. El ideal es estar seguro que el animal no tiene rabia mediante el registro de vacunas del animal, si no lo tiene, se hace vigilancia en cuarentena del animal para ver su comportamiento, si no es posible, aplicar las dosis correspondientes de vacuna antirrábica en un hospital. Los otros problemas que puede tener son por tétanos y la infección por bacterias de la herida.