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Depende del tipo de esfuerzo físico que tengas, la cantidad de tiempo que la realices, y el consumo de alimentos y agua antes o después del mismo. La sensación es esperada, ya que hay un consumo de las reservas calóricas, lo que modifica el metabolismo normal, disminuyendo la energía disponible y provocando el sueño. Esto es mucho más notorio al realizar el ejercicio en ayuno prolongado, o en personas con hábitos de sueño inadecuados.
Si realizas algún deporte, es aconsejable que acudas con un nutriólogo para que te de la dieta más adecuada para tu caso, para que aproveches de la mejor manera tu rutina de ejercicio.
Quedamos atentos ante cualquier duda que puedas tener más adelante.