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En tu caso es importante controlar el prurito por medio de una adecuada hidratación y evitar el rascado en la zona afectada. Por este motivo te recomiendo realizar una adecuada hidratación de la piel con la utilización de un protector cutáneo como cremas con oxido de zinc o hidratantes suaves sin alcohol, al menos dos veces al día, en la mañana después del baño y en la noche antes de empijamarse. Además, es importante que para el baño utilices un jabón con pH neutro y agua tibia.
Para el manejo de las lesiones cuando hay enrojecimiento o descamación se aconseja el uso de medicamentos antiinflamatorios como los corticoides tópicos, y es tu médico tratante o dermatólogo quien define el mejor manejo farmacológico para tí.
Te recomiendo continuar con las indicaciones propuestas por tu dermatólogo tratante y asistir puntualmente a tus controles para determinar si ha existido respuesta al manejo instaurado o si requieres algún seguimiento adicional.
Espero haberte orientado y estaré atenta a tus próximas inquietudes.