El déficit congénito de proteína S es un trastorno hereditario de la coagulación, debido a una reducción del nivel de síntesis y/o actividad de la proteína S y es caracterizado por el desarrollo de síntomas de trombosis venosa recurrente.
El tratamiento es básicamente evitar que se produzcan trombos. Por lo tanto se debe realizar una monitorización frecuente y dependiendo de la predisposición a la formación de trombosis se da o no manejo farmacológico, así como se debe dar tratamiento en caso de que se vaya a someter a una cirugía o un parto.