Depende del tipo de embarazo, si es un embarazo de bajo riesgo se recomienda que la gestante tenga mínimo entre 4 a 6 controles prenatales o más si lo requiere. Si por el contrario es un embarazo de alto riesgo debe tener un control periódico cada mes hasta el noveno mes, dependiendo de la evolución durante la gestación y la consideración del perinatólogo.