La resequedad se presenta como efecto secundario de la nafazolina y la difenhidramina contenida en las gotas, cuando estas se usan en exceso causan vasoconstricción constante en la mucosa nasal, esto la reseca y la predispone a que se formen heridas en la misma. La cura es suspender su uso por unos días y usar descongestivos orales en vez de nasales mientras las cosas mejoran.