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El aumento en la necesidad de ir al baño puede responder a la limitación de la distensibilidad de la vejiga y del intestino grueso debido a la compresión que ocasiona la faja. Si la faja comprime el abdomen, la vejiga y el intestino no pueden expandirse a su capacidad normal, ocasionando que con un volumen bajo en su interior se de la sensación de querer ir al baño. La cuestión de la sed puede relacionarse al aumento de transpiración en la región de la piel que queda bajo la faja. Al no estar ventilada, la piel transpira, ocasionando pérdida de líquidos y electrolitos. El hambre se presenta cuando los requerimientos energéticos de una persona aumentan, o bien cuando las reservas energéticas se encuentran bajas. De momento no identifico alguna asociación entre la sensación de hambre y el uso de faja. Sin embargo, si te encuentras actualmente en régimen dietético o con fármacos para perder peso, tales síntomas pueden corresponder a efectos secundarios. Espero haber resuelto tus dudas y quedo pendiente de tu caso.