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Las enfermedades autoinmunes suelen tener un componente genético mas no necesariamente ser hereditarias. Es decir, si existen antecedentes familiares de enfermedad sí hay más riesgo de padecerla, pero no necesariamente será así. De igual forma, una persona sin antecedentes también puede padecerla.
El componente genético se refiere a la presencia de ciertos tipos o formas de genes que al estar presentes aumentan la probabilidad de que ocurra la enfermedad. Sin embargo, el componente ambiental suele influir en dicha expresión.
Las biopsias no suelen ser el método para diagnosticar dichas enfermedades, además una biopsia que pueda sugerir un componente autoinmune será específica para un tipo de tejido dependiendo de la enfermedad que se presente.
Finalmente, el síndrome de colon irritable no se considera una condición autoinmune debido a que no existe una alteración del sistema de defensa del organismo que genere un ataque a los intestinos; distinto a lo que ocurre en las enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedade de Crohn y la colitis ulcerativa.