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La inserción de la proteína verde fluorescente se realiza mediante técnicas de ADN recombinante. Mediante las cuales se aisla el gen de la proteína de interés (en este caso la proteína fluorescente) y se inserta en un embrión de ratón, intentando acoplarlo a una porción del ADN que induzca su expresión y localización específica.
Es frecuente que se relacione con proteínas de células de la piel, por ello se observa el ratón entero como fluorescente.
Este proceso suele requerir varias generaciones, hasta obtener un ratón que exprese la proteína en todo su cuerpo en la zona de interés. Usualmente, un ratón completamente fluorescente no es empleado de forma rutinaria. La proteína fluorescente suele aplicarse mayormente en cultivos de células o bacterias.