Los hombres que sufren de eyaculación retardada a menudo no tienen problemas eréctiles ni tampoco falta de deseo. Su problema consiste en un retardo indeseado de la eyaculación que a veces es muy dificultosa e incluso imposible, llegando a agotar a ambos miembros de la pareja y hacerles desistir de la misma. Es importante considerar el efecto del exceso de estrés como causa de este trastorno. Un hombre que siempre está preocupado por mantener sus músculos rígidos también está ejerciendo demasiado control sobre su musculatura perineal y debe buscar formas de relajarse.