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La mayoría de personas generan anticuerpos posterior a contagio con el virus en un tiempo promedio, el cual se establece realizando estudio rigurosos que permiten establecer el tiempo en que cada prueba se puede tornar positiva si hubo exposición. Si no hay infección, se espera que no se hayan generado anticuerpos.
En el caso de la prueba de VIH de tercera generación se considera confiable de 20 a 30 días después del contagio, dependiendo de la situación de riesgo como uso de drogas psicoactivas intravenosas o durante la relación sexual, sexo anal sin uso de condón, haber sostenido relaciones sexual con una persona con diagnóstico de VIH o relacionado con factores laborales, el médico tratante puede recomendar realizar la prueba nuevamente. Si la persona no tuvo contagio de VIH, es normal que no hayan anticuerpos.