Vamos por partes: Para saber que efectivamente era una faringoamigdalitis debía tener las amígdalas rojas, crecidas en tamaño, dolor de faringe, fiebre e inclusive placas bacterianas. Además de la aparición de ganglios inflamados y malestar general (eso si fuese bacteriana). Si fue así el cuadro clínico es compatible y requiere manejo con antibióticos. Si se considera que no es bacteriana los antibióticos sobran. Segundo, si efectivamente tuvo amigdalitis bacteriana y esta fue tratada inadecuadamente y está presentando molestias articulares variadas descarte que no se trate de una fiebre reumática que es posible que se presente después de una infección de ese tipo. Tercero, las molestias gastrointestinales tienen relación con algo llamado Dispepsia y esta se asocia a problemas de estómago e intestinos, especialmente el colon. Debe revisar la dieta que está llevando y hacerse evaluar por un gastroenterólogo. Evite las comidas grasosas, copiosas o abundantes y las legumbres por unos días para disminuir la producción de gases a nivel intestinal.