La mayoría de ocasiones corresponden a procesos virales por virus de la gripe o herpes simple. En otras ocasiones puede deberse a infecciones como sifilis, y mucho más raro a deficiencias de vitamina B12, hierro, o enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de chron.
La causa dependerá del tipo de lesión que se observe y de la sintomatología asociada a la misma.