Tanto la resección total como la resección parcial de las amígdalas, son procedimientos con resultados similares en cuanto a síntomas obstructivos como la dificultad para comer o ronquera nocturna, sin embargo, el procedimiento más realizado es la amigdalecomía total que se realiza cuando las amígdalas son tan grandes que obstruyen la garganta, cuando hay amigdalitis a repetición o cuando se forman masas con pus (abscesos); teniendo excelentes resultados.
Mientras que la resección parcial puede asociarse con un riesgo ligeramente mayor de sangrado por causa de los residuos de amígdalas que quedan, y es posible que las amígdalas recuperen su tamaño previo y se deba volver a operar.
De seguro el otorrino tratante de tu hermano, te confirmará esta información y ampliará los pros y contras de cada cirugía, así que no olvides seguir los controles con él.
Espero haya sido de ayuda la información. Escríbenos si tienes más dudas que te podamos resolver.