Eso no es del todo cierto. Las personas que por lo general se contraindican para donación son aquellas que requieren insulina para su manejo (principalmente diabéticos tipo I). Los diabéticos tipo II si tienen un control adecuado de sus cifras de glicemia pueden donar, pero obviamente se les hace un cuestionario previo de salud y un análisis a la sangre donada para certificar que es idónea para ser transfundida y recibida por el banco de sangre.