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Realmente no hay uno mejor o peor que otro, sino que depende de tu historia clínica, tus antecedentes y adherencia al tratamiento. La ventaja de los parches es que no debes recordar tomarlo diariamente sino que se renueva semanalmente. Si se usa de forma correcta tiene una efectividad de hasta el 99%. Una de las desventajas es que debes estar pendiente de que no se despegue y que el medicamento que maneja puede causar un poco más de efectos secundarios, que suelen resolver.
Por otro lado, las pastillas anticonceptivas tienen la ventaja de que existen múltiples opciones en el mercado, de todos los precios y con diversos componentes que pueden ser útiles no solo como anticonceptivos, sino también para tratar otras condiciones como acné, dismenorrea, síndrome premenstrual, endometriosis, entre otros. La principal desventaja, es que hay que tomarlos diariamente, procurando que sea siempre a la misma hora. Por lo cual, si no eres constante, tal vez, no son la mejor opción.
Antes de empezar cualquier método anticonceptivo, lo mejor es acudir a una cita de planificación familiar para que se te expliquen los diversos métodos y de acuerdo a tu historia clínica se te formule el que más se ajuste a tus necesidades.