Para detener o tratar la diarrea hay que saber qué la causó, ya que sin tener un diagnóstico suele ser difícil de manejar el cuadro. Puede ser infecciosa, por intoxicación alimentaria, por parásitos, por estado ansioso, por intolerancia a la lactosa, entre otras causas. En general hay que hidratar al paciente y hacer los exámenes que sean del caso.