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Sí puede tener relación, cuando existe una depresión o ansiedad pueden ocurrir alteraciones en el patrón de alimentación y aumentar el deseo o la ingesta de alimentos principalmente dulce, esto sucede porque este tipo de alimentos activan nuestro sistema de recompensa liberando dopamina lo que nos hace sentir mejor, también porque el cuerpo se mantiene en un constante estado de alerta producto de la ansiedad y gasta energía por lo que se envía un mensaje al cerebro que se necesita comida para reponer la energía gastada. Si aumenta la ingesta calorica y se mantiene igual la actividad física se produce el aumento de peso, por lo que es recomendable que realice técnicas para el manejo de la ansiedad como ejercicios de respiración y relajación, yoga o meditación, también actividad física diaria y dormir entre 6- 8 horas, sin embargo, si además de los síntomas ansiosos los síntomas depresivos son de fuerte intensidad e interfieren con su vida diaria es recomendable que acuda a valoración médica para iniciar tratamiento ya sea farmacológico o terapéutico. Espero que esta información le haya sido útil, si tiene otra inquietud no dude en consultarnos.