Básicamente lo que se hace es extraer la sangre de la persona y esta pasa por una máquina que tiene una serie de filtros para limpiarla de las impurezas del metabolismo. Después de esto la sangre una vez limpia pasa de nuevo a la persona.
Existen cuadros agudos que requieren diálisis de manera temporal y no es necesario continuar con el procedimiento una vez superada la situación. En otras ocasiones, según el grado de daño renal, se requiere un método como la diálisis que soporte el trabajo que ya no puede realizar el órgano.