Los síntomas de un embarazo temprano inician más o menos a las 2 semanas de haberse implantado el óvulo en el útero. Los que se presentan con mayor frecuencia son: sangrado menstrual de implantación, mastalgia (dolor en los senos o sensibilidad), náuseas, emesis (vómito) que puede aparecer durante el transcurso del día, elección por algunos alimentos (antojos), cefalea, dolor abdominal. La aparición de los mismos y su intensidad va a depender de cada organismo.