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El dolor generalmente es de moderado a muy fuerte, suele ser unilateral (la mitad de la cabeza, en niños puede afectar ambos lados), es pulsátil o palpitante, incapacitante y empeora con la actividad física. Puede acompañarse de otros síntomas como son las náuseas con o sin vómito y sensibilidad a la luz y/o el ruido, estímulos que pueden empeorar el dolor.
Existe una estrategia muy útil, la cual es realizar un diario de cefalea. Esto consiste en anotar la mayor cantidad de características del dolor, especialmente sus desencadenantes y sus atenuantes (actividades específicas, comidas, hábitos, etcétera). De esta manera el mismo paciente podrá prevenir sus propios ataques. Otras estrategias de prevención consisten en el ejercicio y demás hábitos de vida saludable, así como en ciertos casos el uso de algunos medicamentos.
Esta información recolectada por el paciente debe ser conocida por el médico tratante, de esta forma, de manera conjunta con el paciente se podrá crear la estrategia y tratamiento más adecuado.
Espero haberle orientado.