Si ha perdido apetito y no está ingiriendo la suficiente comida asociado a la falta de sueño, esa es la explicación de que haya disminuido de peso. Es necesario encontrar la causa de su bajo apetito: estrés, problemas emocionales y/o sentimentales. En ocasiones la misma gastritis y reflujo pueden generar que se disminuya el apetito. Si continúa perdiendo peso es indispensable que acuda a una valoración presencial para realizar una valoración adecuada y determinar si es necesario hacer estudios complementarios. Es importante que cuantifique la pérdida de peso realizando mediciones periódicas del mismo.