Son más los efectos negativos en el organismo por consumir THC (componente activo de la marihuana) que los beneficios.
El consumo frecuente puede interferir en las esferas de la vida del consumidor tanto social, personal y afectivamente por el deseo de consumo constante. Además, debilita la atención, la motivación para el aprendizaje generando efectos negativos.
El consumo en altas dosis puede ocasionar paranoia, percepción y pensamientos perturbados y ocasionar daños en el sistema respiratorio. Los usos terapéuticos de la marihuana todavía son muy limitados. Sólo en algunos países se permite su prescripción médica como paliativo para enfermedades terminales y trastornos neuronales degenerativos.