La piel, músculos y tejido conectivo de la cabeza y cuello también están inervados por nervios y terminales nerviosas y en circunstancias de estrés, no sólo emocional sino también físico (tiempos de trabajo o estudio prolongados, posiciones estáticas por mucho tiempo como las empleadas al ver televisión o estar frente al computador, problemas con la agudeza visual que fuerzan los músculos oculares, entre otros) pueden producir estos síntomas.
Intente relajando los músculos del cuello, cambiando de posición frecuentemente y si tiene una actividad que le exija estar mucho tiempo concentrada o en la misma posición, pare unos minutos y descanse sus ojos y moviliza sus extremidades. Así posiblemente mejorarán los síntomas.