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Sí puede salvarse.
Actualmente con los avances en la medicina, bebés a partir de las 23 semanas de gestación pueden sobrevivir.
Los bebés prematuros son muy vulnerables a a las infecciones y tienen con frecuencia dificultad para respirar por la inmadurez en sus pulmones y por lo tanto requieren de un manejo hospitalario especializado.
Por estos es muy importante la asistencia a todos los controles en el embarazo, para intentar disminuir al máximo la probabilidad de partos prematuros.
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