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Si bien es frecuente que haya una buena relación de confianza entre madre e hijas, esto no siempre ocurre.
Ahora bien, los padres suelen crear un vínculo emocional muy importante con sus hijos, este vínculo se ha considerado en ocasiones más fuerte de la madre a los hijos, por la relación que implica el embarazo y el rol de las mujeres en la crianza; sin embargo, este vínculo se retroalimenta a lo largo de la vida, de acuerdo a las vivencias familiares.
En cuanto a la confianza entre madres e hijas, el aspecto que más puede favorecer esto es la identificación de género (ambas son mujeres y el rol social muchas veces es similar).
A pesar de lo anterior, como dije al inicio, no en todas las familias existen los mismo vínculos o los mismos niveles de confianza.