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La densitometria osea generalmente sólo se toma en la cadera y porción inferior de la columna, ya que son los huesos que por su tamaño, grosor y localización permiten evaluar de manera más precisa la densidad de los huesos y así descartar osteoporosis, osteopenia o fracturas secundarias a estas. Cuando existen estas enfermedades el compromiso de la densidad ósea se da casi de manera uniforme o por igual en todos los huesos, por ello no hay la necesidad de medir la densidad de cada uno de los huesos del cuerpo para confirmar el hallazgo o diagnóstico. Este examen se debe realizar de manera rutinaria o de tamizaje en todo adulto mayor de 60 años generalmente cada 4 años o en adultos más jóvenes con factores de riesgo para estas enfermedades.
Ahora bien, es poco probable que la osteoporosis u osteopenia generen deformidades óseas distales, es decir en las manos y pies como en el caso de tu mamá. Enfermedades como la artrosis degenerativa (desgaste de los huesos y articulaciones por la edad) y las artritis (enfermedades inflamatorias de las articulaciones generalmente de origen autoinmune); pueden generar dicha deformidad.
Dicho esto, es importante que acudan con su médico de cabecera para que este haga un examen físico, interrogue sobre antecedentes familiares y considere la realización de exámenes complementarios (de sangre y/o radiografías) para confirmar su causa.
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