La vacuna antigripal está recomendada en poblaciones de alto riesgo: niños y adultos mayores con enfermedades pulmonares concomitantes, personas mayores de 60 años, mujeres embarazadas o personas obesas. En el caso de adultos jóvenes y sanos no está indicada pero tampoco existe una contraindicación, por lo tanto se la puede aplicar cuando no tenga gripe pues puede producirle algunos síntomas similares que empeorarían su estado general.
Tiene que tener en cuenta que la vacuna protege contra algunos virus, pero ya que el virus de la gripe puede mutar rápidamente no es 100% seguro que no le vuelva a dar luego de aplicársela.