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La inflamación está relacionada generalmente a procesos infecciosos ya sea a nivel gingival (tejidos de sostén del diente como la encía, el ligamento periodontal y el hueso), provocando inflamación de la mucosa, irritación, sangrado y abscesos periodontales, o a nivel periapical involucrando la parte más profunda de la raíz y el hueso circundante generando abscesos periapicales. Estos procesos de inflamación agudos o crónicos se deben al avance de una gingivitis (inflamación de la encía por colonización de bacterias) o a una lesión cariosa extensa no tratada que compromete el nervio del diente. Pero si el paladar no presenta una inflamación en forma de absceso (forma de bola) y más bien es una irritación local, levemente inflamada con relieve, enrojecida y dolorosa puede estar asociada a irritación por ciertos alimentos muy calientes, picantes o ácidos; en donde debes realizar enjuagues con una infusión de caléndula (dejando hervir 5 minutos la planta con las flores y dejar enfriar) varias veces al dia durante unos minutos (ayuda a la cicatrización) o aplicar la pulpa del aloe vera directamente en la zona para aliviar los síntomas.
En caso de que la inflamación continúe o empeore los siguientes días (3 o 4 días), debes asistir a consulta odontológica para evaluar clínicamente la zona afectada y se pueda dar un diagnóstico junto con un posible tratamiento para disminuir los síntomas incomodos.
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