Si ya existe el diagnóstico de enfermedad bipolar, el tratamiento se hace necesario ya que se busca prevenir crisis de depresión o de manía (cuando la persona siente su ánimo exaltado se comporta extrovertidamente y se arriesga sin medir las consecuencias, etc.). Si su hijo no se encuentra en crisis actualmente, lo inicial es tener una conversación profunda con él y tratar de que lo acepte voluntariamente. De lo contrario consulte a su psiquiatra si hay un medicamento en otra presentación (por ejemplo gotas) que le permita a usted dárselo a su hijo sin entrar en conflicto.