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Es muy frecuente que el deseo sexual disminuya durante el embarazo, pues el influjo hormonal cambia, además con el crecimiento del feto, se torna cada vez más incomodo el acto. Sin embargo, esto es un tema que debes hablar con tu pareja, porque solo entre ustedes dos puede resolverlo y definir que otras conductas o acciones pueden llevar a cabo para compensar la falta de deseo.
Por otro lado, durante el orgasmo se dan una serie de contracciones uterinas y vaginales que en tu estado pueden causar algo de dolor. No obstante, si notas que se está volviendo repetitivo, que el abdomen se pone duro frecuentemente, que empiezas a tener algún flujo vaginal anormal acudas a un médico para valoración.