Sí claro, pero debe conocer exactamente cuál fue la causa de su aumento de peso. En la mayoría de los casos no hay una enfermedad del metabolismo asociada al aumento de peso, sino que este cambia de ritmo por nuestros hábitos de vida. Si es sedentaria, no hace ejercicio y su alimentación tiene más calorías de las que necesita, invariablemente va a engordar. Hacer dietas muy restrictivas sin acompañamiento de un profesional, no ayuda pues aumenta la ansiedad, le hace comer más y nuestro cuerpo tiene un sistema de protección en el cual entiende que si pasa hambre es porque hay escasez y debe entonces almacenar más grasa para protegerse. No hay dietas milagrosas y bajar rápido de peso no es saludable. Es mejor hacerlo de manera lenta y constante, con cambios profundos del estilo de vida. Mi recomendación es consultar a su médico general o una nutricionista para que le guíe en este proceso. Si no tiene ese recurso disponible, le sugiero empezar con los siguientes cambios:
- Elimine los dulces de su dieta. Esto incluye confites, helados, pasteles, bebidas gaseosas. Cuando necesite algo dulce, prefiera por ejemplo 1 pastilla de chocolate dietético o de chocolate oscuro, ya que aumenta su sensación de satisfacción y es saludable.
- Reemplace las harinas procesadas por cereales integrales, prefiera el pan oscuro o integral, lo mismo con el arroz, las pastas, etc.
- Cuide sus porciones: puede comer de todo, pero las porciones deben ser pequeñas. De lo contrario hasta algo saludable puede en exceso aumentar la ingesta de calorías.
- Aumente las porciones de vegetales y frutas en su dieta, disminuyendo los carbohidratos (harinas).
- Consuma abundante agua aunque no tenga sed, le mantendrá hidratada y aumentará la sensación de llenura.
- Coma al menos cada 2 horas. Esto no le llevará a comer más, porque las porciones deben ser divididas. El comer así de frecuente acelera su metabolismo y no le deja sentir hambre y ansiedad.
- Tenga a mano algo saludable para picar, cuando le de mucha hambre: semillas de girasol, almendras no saladas, zanahoria cortada en pequeños trozos, galleticas de avena o de arroz sin azúcar. Es decir, algo que le de la sensación de "picar" pero que no sabotee su dieta. Finalmente y lo más importante: muévase. Si no puede asistir a un gimnasio camine al menos 20 minutos diarios, prefiera las escaleras a los ascensores, prefiera ir a pie a la tienda que en carro. Cualquier movimiento adicional que haga se verá reflejado en la aceleración de su metabollismo y, por lo tanto, la reducción de peso. Además el ejercicio aumenta las endorfinas que son las sustancias naturales que producimos para sentirnos bien, disminuyendo la ansiedad y la necesidad de comer aún sin hambre.