Existe evidencia de que algunos alimentos incrementan el riesgo de gota y otros lo reducen. Las dietas pobres en purinas tienen poco efecto sobre la reducción del urato sérico, y conllevan regímenes de alimentación de difícil cumplimiento a largo plazo, por lo que es imposible conseguir una reducción clínicamente significativa para el manejo de la gota significativa de la uricemia únicamente con dieta. No obstante hay que evitar los alimentos que incrementan el riesgo de gota y/o los niveles de urato sérico y favorecer el consumo de los que lo disminuyen. Entre los alimentos que de modo consistente incrementan el riesgo de gota hay que incluir: carnes rojas (cerdo, ternera o cordero), mariscos, pescado y en general, los productos con elevado contenido de proteínas de origen animal. Los alimentos, bebidas, y preparados dietéticos ricos en fructosa también se han asociado con un incremento en el riesgo de gota y de resistencia a la insulina. Entre los que reducen el riesgo de gota y los niveles séricos de ácido úrico hay que tener en cuenta la leche, el yogurt, y los productos bajos en grasas. El consumo de café y de proteínas de origen vegetal (legumbres y frutos secos) también ha demostrado un efecto protector. Continue en controles con su médico tratante y siga el manejo dietario y medicamentoso.