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El manejo de las quemaduras depende del grado de éstas y su extensión. Si la quemadura presenta sólo enrojecimiento es probable que se trate de una quemadura grado I y el manejo sólo sea hidratación de la piel; si existen ampollas , estamos ante una quemadura grado II y el manejo será curación de la herida, desbridamiento y probablemente el uso de antibiótico con el fin de prevenir sobre-infección de la misma; por último, si presenta zonas negras y con pérdida de la sensibilidad, se tratará de una quemadura grado III, y el tratamiento será con injertos, ya que la piel difícilmente se regenerará. Si presentas una quemadura de gran tamaño, con abundantes ampollas, con zonas negras y pérdida de sensibilidad, lo mejor es que acudas a urgencias. Si ninguno de estos es tu caso, puedes usar vaselina pues esta favorece una adecuada cicatrización, evita el uso de cremas cosméticas perfumadas pues esto generará irritación de la piel, usa jabones de pH neutro, y trata en lo posible de no recibir el sol para que no se generen cicatrices a largo plazo en la zona de la quemadura