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Siempre hay una preocupación de los padres, a cerca de cómo vestirlo para dormir y me permito traer a colación un sabio adagio popular “ni mucho que queme al santo, ni poco que no lo alumbre”. La idea es evitar el enfriamiento y en ocasiones se arropa demasiado y lo llevamos a un golpe de calor, fiebre y algo de deshidratación. Un buen consejo, utilizar su camita muy cerca de la observación materna, nunca dormir con ello, evitar juguete móviles en su lecho a fin de evitar accidente.
Un modo casero y eficaz para medir su temperatura es tocarle el cuello o la nuca, como también el llanto es sinónimo que anda algo mal y es conviene revisarlo. Se debe utilizar pijama de franela, con sus respectivo gorro, no envolver demasiado e inmovilizarlos porque le quita movilidad, utilizando un cobija hipo alergénica que no bote hilazas, algo gruesa preferible de lana, con sus respectiva sabana de algodón. Una buena forma de estimar cuanto debemos abrigarlo o ponerle ropa es un poco más delo que estemos usando nosotros. No olvidar, acuéstelo siempre bocarriba, no tener peluches cerca y siempre al ojo vigilantes de los padres. Espero haberte sido de mucha ayuda.