Lo primero que hay que haces es descartar un problema de amígdalas, posteriormente hacer una revisión de faringe y laringe y ver que no exista alguna obstrucción o inflamación de estas estructuras, si hasta ahí todo está normal se debe descartar una patología de esófago en relación con la deglución como por ejemplo estenosis, varices de esófago, esofagitis por reflujo, acalasias u otras. Lo mejor es que te hagas ver por un otorrinolaringólogo y un gastroenterólogo para esas revisiones.