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Esto puede deberse a que está adoptando malas posiciones o posiciones poco ergonómicas y manteniéndolas durante mucho tiempo, esto puede ocasionar compresión de los nervios y vasos sanguíneos, ocasionando lo que se conoce como parestesias. Las parestesias son sensaciones anormales como hormigueo, cosquilleo, pinchazos, entumecimiento o quemazón.
Para evitar que continúen apareciendo estas sensaciones, es recomendable tomar posturas correctas, es decir, si trabaja en una oficina todo el día sentada, entonces debe procurar mantener su espalda recta y además, tomar pausas activas de 5 a 15 minutos, en la medida en que sea posible, para realizar estiramientos y caminatas cortas.
Si esto sucede mientras se encuentra recostada en cama, podría ser necesario cambiar el colchón sobre el cual está durmiendo, pues puede que no le permita adoptar posiciones más cómodas para descansar.