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Es probable que haber fumado 1 solo cigarrillo no tenga suficientes efectos en su cuerpo como para ocasionar problemas a largo plazo relacionados con la lactancia, sin embargo, está comprobado científicamente que fumar cigarrillo disminuye la capacidad materna de producir leche y acorta el periodo de lactancia, además de esto en la leche proveniente de madres fumadoras puede haber altos niveles de nicotina, mercurio, metales pesados, y menores niveles de vitaminas y proteínas.
También se ha demostrado que los lactantes que reciben leche de madres fumadoras tienen mayor riesgo de sufrir de sobrepeso y obesidad en el futuro, así como también de talla baja, y sobretodo, infecciones respiratorias y asma, al ser expuestos al humo (tanto directamente como indirectamente, pues el humo puede permanecer en la ropa, piel y cabello de la madre).
El riesgo de presentar todos estos efectos adversos son aún mayores cuando el bebé no se alimenta exclusivamente de leche materna, como es su caso, pues usted comenta que el bebé recibe otra leche adicional (posiblemente artificial).
Siempre será preferible alimentar al bebé con leche materna e intentar disminuir al máximo el consumo de cigarrillo, que alimentar al bebé con leche artificial.