La preocupación constante no es causa de malformaciones arteriovenosas, tampoco de cáncer cerebral, ni quistes ni enfermedades degenerativas. En general, la preocupación y el estrés excesivo si pueden ocasionar síntomas físicos como cansancio, malestar general, dolores de cabeza, malestar estomacal, entre otros, pero lo que no van a ocasionarle son enfermedades como las mencionadas al inicio.
Si usted considera que la carga de estrés y angustia con la que cuenta actualmente es muy severa para manejarla correctamente, puede acudir a su centro de salud más cercano para que pueda ser atendida en el área de psicología. Los psicólogos son profesionales que pueden ayudar a las personas a encontrar las herramientas necesarias para superar este tipo de situaciones y crisis, para que usted pueda empezar a sentirse mejor y más positiva respecto a las situaciones que la rodean.