Las infecciones micoticas (hongos) se producen por contacto de hongos denominados dermatofitos, en la que las esporas de estos microorganismos invaden directamente estructuras compuestas por queratina como las uñas y la piel. Estas esporas se pueden encontrar en el ambiente como cepillos, máquinas de afeitar y de esta forma se produce la transmisión.
Generalmente proliferan en ambientes calientes y húmedos y es por esto que las uñas de los pies son más propensas a ser contaminadas por los hongos que las uñas de las manos y en regiones de pliegues cutáneos como la ingle, axilas o debajo de los senos en las mujeres.