Los cambios en la respiración si pueden generar síntomas neurológicos. Lo más común es que al realizar respiraciones profundas y seguidas, se genere mareo ya que el balance de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) cambia, generando procesos consecuentes en el pH de la sangre a los cuales no están acostumbrados los órganos, como el cerebro.
Respecto a la dificultad para respirar es importante que consultes a un profesional de la salud para evaluar la causa y severidad.
Debes asistir a urgencias si te sientes ahogado, respiras más rápido de lo normal, se te ponen morados los dedos o labios, tos con flema verde maloliente, dolor en el tórax, entre otros.
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