Las causas son muy variables y de más a menos frecuentes podrían ser:
-Irritación por roce con prendas.
-Eccema o dermatitis atópica.
-Alergias.
-Infección bacteriana o micosis.
-Psoriasis.
-Enfermedad de Paget.
Generalmente, mantener el área bien limpia y humectada, pudiendo ser con vaselina, podría ser suficiente para aliviar los síntomas en unos pocos días. Sin embargo, si esto viene siendo repetitivo y no calma lo más prudente es acudir al médico para descartar cualquier tipo de patología maligna.
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