Siempre y cuando el sexo no maltrate el pie, no hay problemas con tener relaciones sexuales. En su caso es importante no realizar posiciones exageradas o que pongan en riesgo el proceso de curación de la fractura, es decir, el sexo como tal no debería tener ningún tipo de repercusión sobre la fractura pues no debería involucrar su pie en el acto sexual.