Del vapear se puede decir por ejemplo, que El Ministerio de Sanidad británico y el Real Colegio de Médicos del Reino Unido, tras analizar una década de estudios científicos sobre el cigarrillo electrónico, han determinado que vapear es un 95 % menos perjudicial que fumar o dicho de otra forma: el daño que pueden hacer los vaporizadores personales es, como mucho, el 5 % del que hace el tabaco con sus decenas de sustancias cancerígenas. En ese orden de ideas, vapear frente a fumar cigarrillo es menos perjudicial.