No existe una forma objetiva y certera de conocer la veracidad de las palabras de una persona. En efecto, cuando lo que se dice no es acorde a la forma de actuar, es probable que no exista sinceridad o compromiso; sin embargo, existen personas a las que les cuesta o expresan sus sentimientos de forma diferente.
Existe un área conocida como programación neurolingüística en la que, de acuerdo a cierto movimientos y actitudes corporales, podría establecerse la veracidad del discurso de una persona. Estas técnicas son muy utilizadas en las entrevistas.